Síndrome del ojo seco: causas, síntomas y tratamientos efectivos

El síndrome del ojo seco es una afección común que ocurre cuando los ojos no producen suficientes lágrimas o cuando estas se evaporan demasiado rápido. Puede ser causado por factores ambientales como la exposición prolongada a pantallas, aire acondicionado o calefacción, así como por cambios hormonales, enfermedades autoinmunes o el uso prolongado de lentes de contacto.

Los síntomas incluyen ardor, enrojecimiento, sensación de arena en los ojos y visión borrosa intermitente. En algunos casos, el lagrimeo excesivo es una respuesta del ojo a la sequedad, lo que puede ser confuso para quienes lo padecen. Si no se trata, el ojo seco puede provocar inflamación y daños en la superficie ocular.

El tratamiento varía según la causa y la gravedad del síndrome. En muchos casos, el uso de lágrimas artificiales sin conservantes es suficiente para aliviar los síntomas. También se pueden emplear geles lubricantes, medicamentos antiinflamatorios y dispositivos que estimulan la producción lagrimal.

Además de los tratamientos médicos, es fundamental adoptar hábitos saludables como parpadear con frecuencia, hacer pausas al usar pantallas y mantener una hidratación adecuada. La dieta rica en ácidos grasos omega-3 también puede mejorar la calidad de las lágrimas y aliviar la sequedad ocular.