Oftalmología pediátrica: la importancia del control visual en los niños

Un diagnóstico temprano de problemas oculares en niños puede prevenir dificultades en el aprendizaje y mejorar su rendimiento escolar. Se recomienda realizar el primer examen oftalmológico antes del primer año de vida, seguido de revisiones periódicas en edad preescolar y escolar.

Algunas señales de alerta incluyen entrecerrar los ojos al leer, acercarse demasiado a los objetos, torcer la cabeza para enfocar o sufrir frecuentes dolores de cabeza. Condiciones como la miopía, el astigmatismo, la hipermetropía y el estrabismo pueden corregirse eficazmente si se detectan a tiempo.

El uso de dispositivos electrónicos en edades tempranas ha aumentado la incidencia de fatiga visual y problemas refractivos. Por ello, es importante fomentar actividades al aire libre, limitar el tiempo de pantalla y enseñar hábitos saludables como el parpadeo frecuente y los descansos visuales.

Los especialistas en oftalmología pediátrica están capacitados para evaluar el desarrollo visual de los niños y ofrecer tratamientos personalizados. Detectar y corregir problemas oculares a tiempo no solo mejora la visión, sino que también potencia su confianza y bienestar en el ámbito académico y social.