Cómo la presión ocular alta puede afectar tu visión

La presión ocular alta, también conocida como hipertensión ocular, ocurre cuando la presión dentro del ojo es mayor de lo normal. Aunque en muchos casos no presenta síntomas evidentes, puede ser un factor de riesgo importante para enfermedades como el glaucoma.

El ojo mantiene su presión interna gracias al equilibrio entre la producción y el drenaje del humor acuoso. Cuando este líquido no drena adecuadamente, la presión aumenta y puede dañar el nervio óptico con el tiempo. Si no se detecta y trata a tiempo, este daño puede llevar a la pérdida de visión progresiva e irreversible.

Los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de glaucoma, edad avanzada, uso prolongado de esteroides y ciertas enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial. Un examen oftalmológico regular con medición de la presión ocular es clave para detectar cualquier anomalía antes de que cause problemas graves.

El tratamiento puede incluir el uso de gotas para reducir la presión intraocular, procedimientos con láser o incluso cirugía en casos avanzados. Mantener un estilo de vida saludable, hacer ejercicio y evitar el consumo excesivo de cafeína pueden ayudar a mantener una presión ocular estable.